Tal vez sea la película que hace menos tiempo que descubrí, todo gracias a juntarme para esto del podcast con Roberto García, y en base era de lo que en base trataba esto, el descubrirnos pelis que se nos hubieran pasado a unos y otros.... y jo, que descubrimiento, jo, que película, ¡¡¡jo que noche!!!.
Poco tiempo después de que Roberto me hablara de ella, me la encontré de sopetón en algún canal de estos que ahora te ponen pelis viejunas (benditos sean) y realmente no sabia ni que era esta, pero algo tenia que me impidió cambiar de canal. Ese tono ochentero, esos personajes que me sonaban de tantas otras cosas... tenia que terminar de verla para ver que le pasaba a continuación a pobre Paul.
Y yo que me iba a quedar en casa viendo "Si lo sé no vengo"...
Según avanzaba la película el tono histriónico de la misma iba en aumento exponencial, personajes cada vez más extraños de esos que conoces una noche y no los vuelves a ver, aquel Nepali que sabia abrir botellas de cerveza con el ojo, o aquella tipa que dormía en un ataúd con fluorescentes por que le daba miedo la oscuridad, todos ellos sacados de esa típica noche rara que te separas de los colegas cuando vas pedo perdido y te ocurren mil peripecias de las que luego solo te acuerdas de la mitad y que luego ellos solo se creen un cuarto, y sí, todos hemos tenido una...
Venga usted a misa, empieza a las 8... habrá chuches.
Y si cuando piensas que no puede ocurrir nada más... pasa, ¡y de que manera!. Barmans desconfiados, camareras alocadas, vendedoras de helados egocéntricas y traicioneras, locales de copas que se llenan, vacían y cambian de música y ambiente en escasos minutos sin explicación alguna, y sobretodo, buñuelos de papel maché como pisapapeles... ¿alguien da más??
Por ello nuevamente nos reunimos para intentar pasar una noche loca alrededor de los micros, Roberto García, David Webb, Miguel Skywalker, la aparición estelar de Juan Sanchez y un servidor Domingo Dark Vinyl.
Pasen y vean... como un circo pero sin los monos...