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lunes, 9 de junio de 2014

Carne de Videoclub - Episodio 26 - Golpe en la pequeña China + La cosa + 1997: Rescate en Nueva York


Nos metemos de lleno en el infatigable trabajo de un cineasta sin suerte. John Carpenter, genio y figura, creador de multitud de aventuras míticas extraídas de la factoría de los sueños y entre ellas tres en la que el polifacético y ex-chico Disney Kurt Russell es su musa y cabeza de lanza (o de turco) como fulminante esencial para desarrollar de manera magistral cada una de ellas.

Vale tras soltar un rollo pretencioso y sacado de cualquier revista de cine... sigo escribiendo como a mi me mola. Realmente no se cual fue la primera que conseguí ver, aunque el recuerdo más lúcido en todo momento es el de Jack Burton y su Chop Pork Express. Supongo que el verla una y otra vez ya fuera en televisión o en el vhs grabado de la tele en casa como si de un antiguo rito prohibido y profano esencial para la continuidad de la vida humana en la tierra se tratará, algo de culpa tendrá.

1997 Rescate en Nueva York, pasó por mi infancia sin pena ni gloria pese a que escuchaba a parte de mis primos y compañeros del cole hablar frecuentemente del Serpiente y de esa peli del tío del parche en el ojo. Cuando por fin la vi la disfrute como todo hijo de vecino sin realmente degustar los detalles y pequeñas perlas que hacen de esta película una esencial en el cine de ambientación "Dark Future"

En algún momento creí que Serpiente se la ligaría y que veríamos alguna tetilla.. pero no.

La cosa entro en mi vida causando que diera varios botes en el sofá y consiguiendo que me tapara en más de una ocasión los ojos, sin embargo no me causo más reparos que meterla en la carpeta cerebral de recuerdos de pelis que molan un montón. Un ambiente muy afín a la literatura de Lovecraft con criaturas sacadas de las pesadillas más oscuras de cualquier amante del cine de ciencia ficción combinado con un elenco de actores magistrales acompañados de una banda sonora minimalista e intrigante. Básicamente para que te vayas pata abajo si la ves solito en tu iglú en Groenlandia.

Tranquilos chavales que en un momento esta la cena, ¿que queréis muslo o pechuga?

Que decir de golpe en la pequeña china... que el la peli super flipante y molona (vocabulario ochentero activado) por excelencia. El señor Russell se sale en esta interpretación en la que encontramos todos los ingredientes que debe tener una buena película de videoclub: Chinos, un tío bocazas, vacilón y ligón, unas chicas guapetonas (y si una ha sido portada de Penthouse mejor...), tíos que echen rallos por los ojos, dedos u orejas, monstruos, más chinos... pues eso la película "PREFECTA"

¡¡¡Oh Chintai este mes programa triple de carne de videoclub!!!

El resto de la charla y rollo macabeo en el podcast que en esta ocasión dura la friolera de tres horas y veinti pocos minutos, así que ya sabes sumérgete con el equipo de Carne de Videoclub en esta ocasión formado por: David Webb, Ángel Codón, Pablo Lopez, Frank-F y el que escribe en tocho este Domingo Dark Vinyl. Y recordad lo que dice Jack Burton... "los polvorones con agua bajan mejor"

sábado, 7 de junio de 2014

"Hardware: Programado para matar
"

Hardware

En unos Estados Unidos post-apocalípticos devastado por algún tipo de catástrofe nuclear la humanidad sobrevive en una efímera sociedad cuasi anárquica expuesta a la escasez de medios y a enfermedades, una de las formas habituales de ganarse el sustento es trapichear con los viejos restos aprovechables recogidos en el desierto de la Zona Radioactiva. Así, Moses (Dylan McDermott) adquiere la cabeza de un robot como regalo a su novia escultora Jill (Stacey Travis).  Pero el artefacto, perteneciente a un robot denominado M.A.R.K. 13, cobra vida, empieza a auto-reconstruirse y a asesinar a todo lo que se le ponga delante.

Hardware-Richard-Stanley

Vendida comercialmente como el Terminator de los 90, en realidad era una adaptación de un cómic del año 80 llamado “Shok”, el debut de Richard Stanley se puede definir como una mezcla visual entre “Mad Max”, “Blade runner” y cualquier body count  de terror con asesino al acecho a la usanza popular de  aquella época como “Helloween” o “Viernes 13”.  En realidad, formalmente guarda más paralelismo con el cine de Hitchcock (incluído homenaje a “Psicosis” en su clímax) y el único paralelismo con la obra de Cameron se reduce a la frase robot persigue a moza.

hardware_atac dutxa

El fuerte cromatismo de la fotografía de Steven Chivers con saturados colores rojizos y anaranjados más el uso de planos cerrados, cámara subjetiva y un onirismo latente por parte de Stanley otorgan al la película un inquietante aire de terror y asfixia malsana que cumple perfectamente con el cometido del filme donde la violencia es cruda y directa. La elección de planos, el montaje y la arriesgada narrativa de Stanley, formado profesionalmente en el arte del videoclip británico como coetáneos suyos que también dieron el salto al celuloide tal que Russell Mulcahy (“Los inmortales”) o Steve Barron (“Las tortugas ninja”), dotan a la película de una fuerza propia que la aleja de la vulgar serie B de sci-fi donde por argumento y presupuesto (unos exiguos dos millones de dólares de la época) se le ha encuadrado siempre y acercándola a otras obras donde el cruce de géneros se hace evidente como “Alien”. Huelga decir la importancia que tiene la música tanto física como metafísicamente, con canciones de metal y rock electrónico de la época integradas en la trama por medio de una radio donde el locutor es Rabioso Bob (un histriónico Iggy Pop referente directo del locutor usado en “Reservoir dogs” por Tarantino) y cameos de Lemmy Kilmister y Carl McCoy, líderes de Motorhead y Fields of Nephilim respectivamente. El excepcional uso del espacio y el fuera de campo junto al marcado acento británico de los actores, pese a que la acción se desarrolla supuestamente en una ciudad estadounidense, dota al filme de una pátina de oscuro cuento de hadas cyberpunk que llega a su cénit con la escena final psicotrópica y desquiciada cargada de simbolismo.

hradware

Paul Catling fue el encargado de diseñar el M.A.R.K. 13, para lo que se usaron diferentes maquetas y animatronics, en vez del stop-motion ideado desde el principio, con gente del equipo de “Alien” con la curiosidad de que, ha sido referente apócrifo directo de cosas tan dispares como el cómic noventero “Superpatriot”, la posterior “Máquina letal” (un remake-reboot en toda regla) o el antagonista de “Robocop2”. Pese al éxito cosechado en ventas de vídeo directo y su influencia posterior, Stanley no llegó a un acuerdo para su continuación. ¡Toda una peliculaza de evasión y fuga digna de reivindicar y de obligatoria revisión!




Por Eu Caricato.