Esta es una de esas ocasiones en las que no hablo desde los recuerdos sino desde una óptica cercana y solo basada en la visualización reciente. Yo vi Instinto básico hace tan solo tres años y flipé. Como podía haber pasado tanto tiempo fuera de mi lista de películas a ver y degustar, pues la verdad es que creo que gran culpa la tuvo ese exijo masivo que hizo que estuviera en boca de todo hijo de vecino, y como me ocurre en mas de una ocasión, ante la masificación de fans superfanes prefiero mantenerme al margen del evento y desgastado una vez pasado el mogollón inicial, el tema es que en este caso ha sido demasiado tiempo.
De una manera u otra, en un momento de mi vida que no lo estaba pasando muy bien, una de esas tarde tirado en el sofá m vino a la cabeza esta peli y ni corto ni perezoso la pille de internet y me dispuse a verla por fin. Y claro la sorpresa fue mayúscula, ya que quitando contados detalles propios de la época la película esta una jodida obra maestra y ademas enmarcada dentro de un genero que me encanta (y a quien no), el erotismo, que sumado a la trama del thriller crecía como un bizcocho en el horno. Desde entonces hasta estas semanas que volví a revisiones la cinta en dos ocasiones se ha mantenido muy presente esa sensación de calidad que despide la obra y que ahora comprendo por que se convirtió en un clásico moderno del siempre sorprendente Paul Verhoven.
No contaré nada más ya que el resto viene contenido en las dos horas y medias que grabamos junto a Juan Sanches y Toni Cebrian el equipo de Carne de Videoclub en esta ocasión formado por Pablo Lopez, Champi, David Webb y el aquí siempre escribiente Domingo Dark Vinyl.
No hay comentarios:
Publicar un comentario